La Cara Mexicana de Mi Nostalgia
Monday, October 28, 2019
Una vez
cuando era más pobre (ahora no lo soy) tenía la ambición de caminar por las
calles en donde vivo (Vancouver) o donde visito con frecuencia, México, la
Argentina, con una chequera o efectivo en el bolsillo. Si fuera a ver una cara
de mi interés le diría a la persona, “Te quiero pagar mil pesos si me posás en
mi estudio.”
Ahora que
no soy pobre pero soy un viejo mi interés en esa idea que me hubiese
desvalijado mi cuenta bancaria ha disminuido un poquitín.
Teniendo la
ventaja de ser fotógrafo y no un plomero (“Señorita, tiene usted una cara
divina. Quiero mostrarle mi plomería.”) muchas veces en mi pasado he pedido a
varias mujeres (me interesan más que los hombres) que no conocía a posar. Rara
vez me negaron mi pedido. Quizá sería mi cara de aparente honestidad.
Estos días
de lluvia y un frío que se aprieta aquí en Vancouver donde vivo con mi Rosemary
nos sentimos con deseo de viajar a algún lugar más cálido. Para mí ese lugar
tiene que ser México. Viví muchos años en ese país que para mí es más exótico
que la China, la India o la Conchinchina.
Simplemente
ver mis muchas fotos que le tomé a una ex alumna de fotografía. Ivette
Hernández, observar su mirada tan mexicana, tan bella y tan llena de confianza
de lo que es, que quiero tomar el primer avión de Air Canada y largarme para
México.
Estoy
sufriendo una nostalgia mexicana que de alguna manera tengo que resolver
pronto.
Hace 20
años mi nostalgia por mi Buenos Aires resultó en una hermosa muestra aquí en
Vancouver con los artistas argentinos Nora Patrich y Juan Manuel Sánchez. Como soy
un viejo no tengo la disposición de convencer a algún galerista local que me
monte una exhibicíon de nostalgia mexicana.
¿Mé valdrá
poder entrar en la iglesia de La Compañía en Guanajuato, encaramar una pirámide en Uxmal o saborear un
lechero en La Parroquia en Veracruz para calmar esta nostalgia?
Lo dudo.
Mientras tanto simplemente veré estas fotos de Ivette y agradecer a los dioses
que nunca me interesó la plomería.
