The Golfer - not me
Saturday, April 30, 2022
| Rhododendron 'Golfer' 30 April 2022
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When I was
15 my mother moved from Mexico City to the mining town of Nueva Rosita in the
state of Coahuila. I had the opportunity to learn to play golf but I was simply
not interested.
In the
early 80s while doing work for Vancouver Magazine I was given an assignment to
photograph the city golf courses. I soon learned that this was a plum job as I
could walk on lovely days in these golf courses and I had no problem with sand
traps. There was no stress.
At about
the same time, with my contract work for Canadian Pacific Limited, I was dispatched
to Hazelmere Golf Club in Langley and told to pick one spot (it was I believe
the 11th hole) and set up my light and big camera. I was to
photograph the foursomes that were all headed by one CP man and had three clients.
| Rhodendron 'Golfer' and Rosa 'Complicata' 24 June 2021
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I remember
that I got a notification from Montreal to keep my camera in the same place as
they were having problems making prints as they were all different. I moved my
camera to avoid shooting into the sun. My answer to the CP authorities was, “If
CP can keep the sun in the same place I will stay put.”
While driving
my Maserati Biturbo sometime around 1989 on Cambie I passed the Langara Golf
Course on my right as I was headed home north. An errant golf ball crashed into
my windshield and cracked it.
| The indumentum - 17 July 2017
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What all
this means is that golf has not been ever in my blood even when in the 80s. I was
shooting stills at the CBC and it was verboten to make clicking sounds. My
competition was David Cooper who had what was called a blimp. It was made of
plastic, it encased the camera, and it muffled those clicks. The best blimps were made in California
for golf tournaments. If a golfer heard your click you were immediately ejected.
My blimp was a double covering of a thick Argentine wool blanket. I had a hole
for the lens and one for the viewfinder. | My CBC camera blimp
|
And so all
the above leads me to tell the story of visiting my friend, the New
Zealand-born plantsman Alleyne Cook (now no longer with us) and spotting a
lovely rhododendron with unusual tomentum (the coating on the top side of the
leaves, as the indumentum is on the other side). It was silver. I asked him
what rhodo it was and he answered, “Golfer.” I asked a couple of times and
eventually Cookie (as we called him) shouted, “This rhododendron is called
Golfer and it was a creation of a Seattle friend of mine.”
As
rhododendrons go this one does not grow to be large and I keep my specimen in check,
just in case.
Today’s
scan of Golfer does not show yet the silver tomentum but the second one does.
This means I must wait a while for it.
una región más fresca de la almohada - Julio Cortázar
| El baile de las sábanas blancas
|
Julio Cortázar - una obsesión
Tengo
este lindo libro, Salvo el crepúsculo, de las poesías completas de Julio Cortázar que porque fue Julio Cortázar, también incluyó
cuentos cortos y ensayos. No explica el
porqué del título, pero gracias a Google, supe la razón.
"Salvo
el crepúsculo"
el
testamento poético de Julio Cortázar
Giuliana
Barnini (Universitá di Firenze)
En el
curso de la preciosa entrevista concedida a Omar Prego el 20 de
enero de 1984, unas semanas antes de fallecer, Julio Cortázar preanuncia a su
interlocutor y amigo la inminente publicación de Salvo el crepúsculo, poemario
que se publicaría póstumamente en el otoño de ese mismo año. J.C. A
fines de este año Nueva Imagen publicará esto que es poesía,que son
poemas. Ahí te doy una sorpresa.
O. P.
Salvo el crepúsculo
J. C. Es
un fragmento de un haiku de un poeta japonés. Es un libro que he
querido que sea divertido; ahí la poesía se mezcla con la prosa, hay comentarios
e interacciones, muchas citas de mis amigós poetas, me hice
acompañar por todos ellos.
El
Haiku de Matsuo Bashô (1664-1694)
Este
camino ya nadie
lo recorre,
salvo el
crepúsculo.
De niño
mi mamá cuando llegaba la hora de dormir me decía, “Es hora del baile de las
sábanas blancas.” Me acuerdo de las siestas en esos calurosos veranos de Buenos
Aires cuando podía ver por las persianas de mi cama a nuestra mucama Mercedes
colgando la ropa al sol.
Fue en
la cama, en nuestra casita en Arboledas, Estado de México que mi Rosemary y yo
vimos morir a mi mamá en 1972 en su cama. Respiró hacia adentro y allí quedó.
El 9 de
diciembre del 2020, antes de morir, mi Rosemary nos (mis dos hijas y una nieta)
preguntó, “Am I dying?” Tal fue el shock de escucharla que no tengo memoria si
contestamos.
Ahora
que vivo solo en esa cama, que fue la nuestra, al apagar la luz mis gatos
hermanitos, Niño y Niña se acurrucan lo más cerca posible. Me proporcionan un
calor felino casi humano.
Pero aún
en los inviernos de mi Vancouver, es un placer meterme en la cama con sábanas recién
lavadas y gozar de esa leve frescura antes de calentarla con mi cuerpo.
Y hay
otro placer que creía ser uno único a mí. Me gusta deslizar mi mano (casi
siempre la izquierda) entre las dos almohadas de Rosemary. Hay una frescura que
ayuda con mi insomnio.
Vaya la
sorpresa al leer el primer cuento de Salvo el crepúsculo llamado: Background –
Tierra de atrás literalmente.
El
cuento es sobre un insomnio agudo y perene de Cortázar. Empieza con:
Todo vino
siempre de la noche, background inescapable, madre de tantas criaturas diurnas.
Mi solo psicoanálisis posible debería cumplirse en la oscuridad, entre las dos
y las cuatro de la madrugada - hora
impensable para los especialistas. Pero yo sí, puedo hacerlo a mediodía y excorcizar a pleno sol los íncubos, de la
única manera eficaz: diciéndolos.
Curioso
que para decir los íncubos haya tenido que acallarlos a la hora en que vienen
al teatro del insomnio.
Y aquí
la referencia tan interesante para mí:
…ni hice
nada por alejarlo con un brusco aletazo de los párpados, un giro en la cama
buscando una región más fresca de la almohada.
Ahora
siento que además de la presencia ausente de Rosemary en su lado de la cama,
está otra, la del autor que fue amigo de mi padre.
Una razón gatuna
Friday, April 29, 2022
| Niño y Niña
|
There is no single way to read well, though there is a prime
reason why we should read. Information is endlessly available to us; where
shall freedom be found? If you are fortunate, you encounter a particular
teacher who can help, yet finally you are alone, going on without further
mediation. Reading well is one of the great pleasures that solitude can afford
you, because it is, at least in my experience, the most healing of pleasures.
It returns you to otherness, whether in yourself or in friends, or in those who
might become friends. Imaginative literature is otherness, and as such
alleviates loneliness. We read not only because we cannot know enough people,
but because friendship is so vulnerable, so likely to diminish or disappear,
overcome by space, time, imperfect sympathies, and all the sorrows of familial
life.
How to Read and Why – Harold Bloom
No hay una
sola manera de leer bien, aunque hay una razón principal del porqué deberíamos
leer. ¿La información nos es accesible
sin barreras; en donde se encontrará con libertad? Si eres afortunado, te reúnes
con un maestro que puede ayudar, pero finalmente te encuentras solo, siguiendo
el camino sin ayuda. El leer bien es uno de los placeres de la soledad que puedes
recibir, porque es, en mi experiencia el placer más saludable. Te devuelve ese
sentido de ser, en ti o en tus amigos, o en los que podrían ser amigos. La
literatura de imaginación nos lleva con otros y alivia la soledad. Leemos no solamente
porque no podemos conocer suficiente gente, pero porque la amistad es vulnerable, y
disminuye o desaparece, vencida por el espacio, el tiempo, afinidades imperfectas
y todas las penas de la vida familiar.
Mi
traducción
Varias
veces al estar viva mi Rosemary me decía, “No quiero seguir viviendo.” Siempre
la tomaba en serio y trataba de aliviar su frecuente depresión.
Con su
muerte el 9 de diciembre del 2020, la gente me pregunta si estoy bien. Casi siempre les miento que sí
las cosas van bien. El hecho es que perder mi compañera en una vida de 52 años,
me deja con una soledad a la cual no me puedo acostumbrar.
Mi rutina
diaria de despertarme, alimentar a mis dos gatos, preparar el desayuno me deja
con un día libre de preocupaciones. Me ocupo de pagar cuentas y trabajar en el
jardín. Pero al acostarme a la noche me doy cuenta que mi meta real es esperar
la muerte que no puedo escapar. Escribir aquí parece ser lo único restante con importancia.
Hay
quizá una diferencia entre la depresión de mi Rosemary y la mía. Para mí, es
darme cuenta que vivo un vacío con una soledad sin calor humano al punto que
mis gatos, Niño y Niña parecen entender lo que padezco y me siguen y me miran
con esos ojos de preocupación por su amo.
Mi hija
que vive en Burnaby me visita una vez a la semana. La otra en Lillooet me llama
casi todos los días. Pero aunque tenga suerte de tenerlas, no me es suficiente.
Durante casi 22 años la vida de Rosemary y yo estaba rodeada de la presencia de
nuestras nietas. Nos visitaban los sábados; leíamos libros, escuchábamos música,
íbamos al cine o les enseñábamos jardinería en nuestro espléndido jardín en
Kerrisdale. Viajábamos a paises foráneos. Les comprábamos vestidos y zapatos. Eran nuestras muñecas.
Desde la
muerte de Rosemary he perdido el contacto con esas nietas. No me visitan y no
me hablan. Por más que me digan que es el resultado de la vida en este siglo y
que una es una ‘teenager” y la otra adulta, no entiendo lo que obviamente sí
entienden mis gatos.
Mis gatos representan la única razón para seguir en vida.
Indigenous Affairs
Thursday, April 28, 2022
In February 1992 I traveled to the remote community of
Kyuquot, BC on Vancouver Island. I had been dispatched by The Emily Carr Outreach Program to teach photography for
a weekend to eager students who were members of the Kyuquot Native Tribe. That
weekend became a blur in my memory and when I looked at the pictures of them
this morning (I am writing yesterday’s blog today, Thursday, morning) all I saw
were their smiles. There were lots of smiles. They were eager to learn. I wrote the above paragraph in this blog. When I returned from that weekend, I sent a letter to the
authorities in Victoria enquiring if there was some sort of program for
Indigenous reserves and communities to teach ways of recording changing traditions
before they disappeared. Was anybody taking photographs of elders? I suggested,
since this was before the photographic digital revolution, that there were ways
of using film that made it archival. I received no reply. A month ago I emailed Susan Rowley who is the head of the
UBC Museum of Anthropology enquiring if there was indeed a program to teach
Indigenous communities to record their life for a legacy. She did not respond.
Bedazzled
Wednesday, April 27, 2022
| M - I995 and worked on this week
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In 1995 I photographed a beautiful woman i will call M. She was
working as a server in a downtown Vancouver café. In all my years of taking
photographs of people I have never ever used a model release. In her case that
was a mistake. I put one of her photos in a rave. Within days I got a stiff
letter from her lawyer that should any of her client’s photographs ever appear
anywhere, or seen in my portfolio, I would do so at my peril.
Now in 2022 she is close to being 50. She is well known in
the theatre community and I wonder (but I will never know), seeing that I am
now going to be 80 this year, if once I am dead, if any of these women will come
out and boast that a Vancouver photographer had taken lovely pictures of them sometime in their past.
Recently (as in a few days ago) I have been sandwiching
negatives of these women from my files. I did a few of M and once I cropped it
so as not to show anything that might offend anybody or her lawyer I was
dazzled.
Today, Wednesday April 27 2022 I had a good day informing
all the people who collect money from me on-line of my new credit card expiry
date.
In this 21st century we are damned by:
1. Passwords
2. Pin numbers
3. Credit card expiry dates
I feel relieved but a tad lazy about writing a lengthy and
“important” blog. This one will do as the image really does not need any
explanation.
Should one be necessary
I wrote about the process here: Perfection is a polished collection of errors
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