Idilio Frente a un Televisor
Wednesday, May 20, 2020
Me acuerdo
la primera vez que vi televisión. Tenía
11 años. Era 1952 y un flamante Cadillac con chofer me vino a buscar a mi casa
en Coghlan, un barrio de Buenos Aires. El auto me llevó a una enorme mansión
propiedad de un Señor Stone que era el Gerente General de la General Motors en
la Argentina. Su hermosa hija, Susan, era compañera mía de escuela en el
Colegio Ward en Belgrano R. De vez en cuando me invitaba a su casa para jugar.
Esta vez me llevó a la sala y nos sentamos frente a un aparato y me dijo, “This, Alex is a televisión.” El programa
que vimos era una documental sobre aparatos que se usaban para extraer
petróleo. Me aburrí
Muchos años
después, aquí en Vancouver me encontré con una hermosa mujer llamada Tania en
el mejor cuarto de un hotel de poco prestigio de la ciudad. Tomé fotos pero
tengo que admitir que no sabía yo lo que estaba haciendo. Fue la primera vez en
ese cuarto, el número 615.
Poco a poco
aprendí la rutina y en varias sesiones después con un sinnúmero de mujeres
llegué a encontrar la solución de lo lindo que era estar frente a un televisor
con una hermosa mujer y no darle caso a la pantalla..
Idilio –
Mario Benedetti
La noche en
que colocan a Osvaldo (tres años recién cumplidos) por primera vez frente a un
televisor (se exhibe un drama británico de hondas resonancias), queda
hipnotizado, la boca entreabierta, los ojos redondos de estupor.
La madre lo
ve tan entregado al sortilegio de las imágenes que se va tranquilamente a la
cocina. Allí, mientras friega ollas y sartenes, se olvida del niño. Horas mas
tarde se acuerda, pero piensa: “Se habrá dormido”. Se seca las manos y va a
buscarlo al living.
La pantalla
está vacía, pero Osvaldo se mantiene en la misma postura y con igual mirada
extática.
–Vamos. A
dormir –conmina la madre.
–No –dice
Osvaldo con determinación.
–Ah, no? Se
puede saber por qué?
–Estoy
esperando.
–A quién?
–A ella.
Y señaló el
televisor.
–Ah. Quien
es ella?
–Ella.
Y Osvaldo
vuele a señalar la pantalla. Luego sonríe, candoroso, esperanzado, exultante.
–Me dijo: “querido”.