El Abanico De Carey Y La Galanía en Vancouver
Sunday, January 22, 2017
El
concierto del grupo La Galanía con la soprano Raquel Andueza, el guitarrista barroco
Pierre Pitzl y Jesús Fernández Baena con la tiorba en Vancouver éste viernes
pasado, enero 20, fue una revelación. Al mismo
tiempo resultó ser un delicioso viaje a mi pasado de memorias en lugares donde
se habla el castellano (Argentina) y el español (México).
Mi abuelo
materno Don Tirso de Irureta Goyena fue miembro de la Real Academia Española.
Mi abuela siempre me dijo que tenía yo que dominar el idioma de mi abuelo y de
Cervantes. Después de haber vivido en Vancouver desde 1975 mi castellano anda
un poco fallo, pero como se dice, me defiendo.
Don Tirso de Irureta Goyena |
l sonido
de la tiorba especialmente en las cuerdas bajas es uno de los sonidos más
formidables de cualquier instrumento musical. Para mí solo compite con el
trombón bajo y que no me digan del violonchelo, ¡Qué no! El problema de poder disfrutar la guitarra
barroca y la tiorba de una orquesta barroca es que tienen que competir con esos
violines y violas. En fin, el
trío me deleitó con un sonido íntimo, como si yo fuera Carlos V en mi
salón.
Quizá habrá
habido algunos que no podían entender por qué muchas de las canciones eran
similares en sonido. Parece que La Galanía coincide conmigo en amar las folías
y las chaconas de ese siglo 17. ¡Una eternidad de chaconas y folías para mí
serían el equivalente de sentarme a la diestra del Señor!
Pero lo mejor para mí fue disfrutar la alegría del trío y de ver con que agrado tocaban y cantaban. Sentí esa misma alegría en mis tratos personales con ellos.
Les tomé
dos fotos en el baño de la sacristía (el
concierto fue en la catedral anglicana Christ Church en el centro de
Vancouver). El abanico de la foto fue de mi tía abuela Buenaventura Gálvez
Puig. Al morir mi abuela heredó el hermoso abanico de carey y de jusi (una tela filipina elaborada con
sed china). Las iniciales de mi tía en el abanico eran diamantes y esmeraldas.
Cuando
falleció mi abuela mi mamá y mi tía no podían coincidir para dividir el
abanico. Mi mamá tuvo una relación hermosa con Buenaventura de niña. Cuando la
tía la peinaba mi mamá protestaba del dolor. Buenaventura le decía, ”Para ser mujer
hay que sufrir.” Mi mamá se guardó el abanico y mi tía arrancó los diamantes y
las esmeraldas y en poco tiempo desaparecieron para pagar uno de sus dos
divorcios. En la foto del abanico se pueden ver en la parte derecha superior los
hoyitos de la joyas.
María de los Doloree Reyes de Irureta Goyena (mi abuela) y Buenaventura Gálvez Puig |
La Buenaventura
Gálvez Puig fue una concertista del piano en los principios del siglo 20 en
Manila. ¡Qué una soprano de talento acompañada de dos eximios músicos posaran
con su abanico en un baño le hubiera resultado gracioso!