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| Claire Love at the Marble Arch |
Cuando volví a estas fotos que tomé de Claire Love en Vancouver en enero de 1991 noté una tristeza aguda de una mujer hermosa que tenía quizá una esperanza de un futuro lindo. Lo único que sé es que se mudó a Francia y perdí contacto con ella. Las fotos me recordaron de la poesía Cortázar sobre la mujer. Como todo argentino las letras están llenas de una melancolía que para mi se agudiza con estas lluvias, un frío ya notable y una obscuridad de mi Vancouver.
A Una
Mujer – Julio Cortázar (In English below)
No hay que llorar porque las plantas crecen en tu balcón,
no hay que estar triste
si una vez más la rubia carrera de las nubes te reitera lo inmóvil,
ese permanecer en tanta fuga. Porque la nube estará ahí,
constante en su inconstancia cuando tú, cuando yo
—pero por qué nombrar el polvo y la ceniza.
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día
era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga,
esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos,
y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía,
las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo,
no nos movemos del terror y la delicia,
y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados
para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón,
cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té.
No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel
que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer
que se nace o se muere,
cuando lo único real es el hueco que queda en el papel,
el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.
To a woman
You don't have to cry because plants grow on your balcony
you do not have to be sad
if once again the blonde race of clouds reiterates the motionless,
that stay on so much leak. Because the cloud will be there,
constant in your inconstancy when you, when I
- but why name dust and ash.
Yes, we were wrong believing that the day passes
It was ephemeral, the water that slips through the leaves to sink into the earth.
It only lasts ephemeral, that dumb plant that ignores the turtle,
that soft turtle that tastes in eternity with hollow eyes,
and the sound without music, the word without singing, the copulation without agony cry,
corn towers, blind mountains.
We, maniated to a consciousness that is time,
We do not move from terror and delight,
and their executioners delicately tear our eyelids out
to let us see without truce how the plants of the balcony grow,
how clouds run into the future.
What does this mean? Nothing, a cup of tea.
No drama in the murmur, and you're the paper silhouette
that scissors are saving from the report: oh vanity to believe
that is born or died,
when the only real thing is the gap left in paper,
the golem that keeps sobbing us in dreams and forgetting.
