L Una Amíga Como La Gente
Friday, September 16, 2016
En 1955
cuando tenía 13 años y vivía con mi mama y abuela en la ciudad de México en una
casona en Lomas de Chapultepec teníamos muchas fiestas. Mi abuela trabajaba para la embajada filipina
y le gustaba entretener. Invitaba a gente de la comunidad filipina. Siempre
venían tres niñas que tendrían 8 o 9 años. Una de ellas era una prima filipina nacida en Buenos Aires.
Las otras dos, una era de origen europeo/filipina y la otra filipina/vasca.
Como a
mí aún no me gustaban las mujeres las veía con cautela y desprecio. Una de
ellas, la de origen vasco se peinaba para atrás y notaba yo orejas tipo auto
con las puertas abiertas.
En fin
no les daba bola como dicen mis compatriotas porteños.
En los
últimos años de los 80 mi Rosemary y mis dos hijas y yo viajamos a Europa y
pasamos por Málaga. Allí estaba la familia de la niña de las orejas (desde aquí
L). No me acuerdo el porqué L no se encontraba en la ciudad.
No supe
más sobre la L pero hace poco a través de mi prima argentina me he comunicado con
ella por “feicbu” y somos amigos. A L, que parece tener tendencias culturales
(vive en España) le gusta la ópera, comer y beber bien y viaja a Turquía a menudo.
Últimamente
L ha puesto comentaríos sobre mi blog (bitácora ) el cual también aparece en
feicbu y Twitter con enlaces al blog. En sus comentarios ha usado la
palabra perversidad para describir
algunas de mis fotos. Enseguida me di cuenta que no opinaba que yo era un
pornógrafo pero otra cosa. Me fijé en mi mataburros de la Real Academia Española
(unos de los mejores diccionarios de la red) y encontré:
perverso,
sa
Del lat.
perversus.
1. adj.
Sumamente malo, que causa daño intencionadamente. U. t. c. s.
2. adj.
Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas. U.
t. c. s.
Es la
segunda definición a la cual se refiere L.
Repentinamente
me he olvidado de las orejas y me doy cuenta mi desperdicio por ser un boludo
(como dicen mis compatriotas porteños). ¿Si
la hubiera conocido un años después que hubiera transcurrido?
Al menos ahora somos amigos en distancia geográfica grande pero de distancia intelectual muy cercana a la mía y muy amena.
Aprecio
mucho esta nueva amistad con la cual aprenderé mucho sobre como piensa una
mujer liberada en todas sus actitudes.
Incluyo aquí
su última comunicación (usa un poco de spanglish, una costumbre muy filipina. Y tengo que admitir y confesar aquí que yo también tenía y tengo orejas tipo cupé con las dos puertas abiertas.
Dear
Alex:
He
“saboreado” por partes todo el material que me mandaste and I have enjoyed it
immensely!
Tus
modelos, todas mujeres especiales; la relación con la danza, que me encanta;
los cuadros de Courbet del que yo sólo conocía el del Sueño... uff, qué
“completito”!
Siempre
he tenido envidia de la gente que tiene talento, sea como tú para la
creatividad fotográfica, para la actuación (la frustración de mi vida) o la
ópera (una de mis pasiones como amateur porque no soy ninguna “entendida”). Por
mucho que uno quiera aprender algo en concreto, si no tienes ese germen del
talento, puedes llegar a hacer lo que sea pero para hacerlo “bien”, hay que
tenerlo.
Me
encanta que cómo tú dices, a pesar de que ya tenemos una edad, ésta no impide
las ganas ni la pulsión de seguir en contacto con los desnudos y el sexo, sea
cual sea su modalidad. Tus fotos son impresionantes y me encantaría “ver por un
agujerito” algunas de las muchas que dices tener guardadas sin publicar, tienen
que ser cojonudas.
Creo que
el desnudo atrae a todo el mundo, lo que pasa es que hay mucha gente de
“trenzas amarradas” (jóvenes y no tan jóvenes) que no sabe cómo enfrentarse a
él aunque le guste. No hay más que ver las risitas tontas que hay a veces en el
cine cuando hay una escena subidita de tono. También es curioso observar a la
gente en exposiciones de fotografía o pintura cuando se encuentran de cara con
algo sobre el tema y hacen ver que “es lo más normal del mundo y yo estoy por
encima de estas cosas”.
Mi
relación con el desnudo se ha limitado a una vida sexual de la que no me puedo
quejar, y que hace unos años es inexistente pues ya mi cuerpo no me gusta y por
lo tanto no me sentiría cómoda. Eso si, desde hace muuuuchos años, voy siempre
que puedo a playas nudistas pues el placer de tirarte al sol y tirarte al agua
sin ropa es... pues eso, un placer del que puedo seguir disfrutando, aparte del
inevitable punto voyeur, claro.
En otro
momento volveré a leer por partes tus blogs, porque éstas cosas tienen que ser
saboreadas poco a poco.
Sigue
así, me encanta!
Besotes
L