Kept Firm & in Contact With the Floor
Saturday, January 25, 2020
Procuro que mis
pies se conserven firmes y en contacto con el piso.
I make sure my feet are kept firm and in contact with the floor.
Jorge Luís Borges
As I age I can boast that while I may look my age if you were to see my feet you would suspect they must be the feet of a much younger man. I did not inherit my father's full head of beautiful grey hair nor do I have any memory of what his feet or legs looked like. But I do remember my mother's fine feet and beautiful legs. I inherited both. She used to tell me that my feet were swimmer's feet. Perhaps she was right as they are beautiful and free or corns. But at the most I am an efficient swimmer. I could never swim on my back and do that backstroke that my mother must have learned in Manila. She could swim it without a ripple on the water. The lovely piece by Borges below is a fine acceptance of a man growing old without any real complaint that he was becoming blind. To celebrate my own acceptance of my aging I will place here a few pictures of feet. None of mine. That will be a future project.
Sigo en
pie – Jorge Luís Borges
Me
siento, a estas alturas de la vida, casi igual que cuando era joven. Mis
propósitos, afanes, preocupaciones, planes, ilusiones, temores, limitaciones,
aspiraciones y aficiones tienen, en lo general, las mismas características que
en aquellos tiempos.
Estoy
muy lejos de plantear mi felicidad en base a los bienes materiales y sigo
siendo capaz de disfrutar lo que tengo sin caer en la desesperanza por obtener
aquello de lo que carezco.
Tengo la
fortuna de apreciar y dimensionar lo que me rodea y vivo en armonía con lo que
soy capaz de generar por medio de mi trabajo diario.
Sigo
esforzándome diariamente por ganarme el cariño y respeto de mi familia, amigos
y compañeros de trabajo, pues siempre he sabido que los amores se mantienen y
crecen a la luz de la devoción y cariño con el que se cuidan y bastante bien
les hace regarlos frecuentemente con agua del corazón.
Mantengo
vivos mis amores, los pasados y los presentes, porque ellos me dan la energía
para seguir caminando.
Conservo
los afectos de mis amigos en el reducto interno que para cada uno he ido
formando a través de los años y lo cuido como un espacio que a perpetuidad y
por derecho a cada uno corresponde.
Guardo
un especial agradecimiento a todos aquellos que han aportado con generosidad un
pedacito de su alma y su corazón contribuyendo a hacer de mi lo que soy ahora y
lo que seré mañana.
Uso como
energía pura la confianza que tuvieron y tienen en mi quienes me han ayudado a
formarme durante todos estos años. Esas personas que estuvieron conmigo durante
mis años niños, mis años jóvenes y mis años adultos, y que, en conjunto me han
preparado, espero, para vivir bien mis años viejos que pronto habrán de venir.
Tengo
presente a mis antepasados quienes me ofrecieron sus hombros para que mis pies
comenzaron su trayecto y ahora cuido que mi par de piernas sean fuertes para
que se apoyen en ellas los pasos de quienes de mi nacieron. Procuro que mis
pies se conserven firmes y en contacto con el piso, aunque es frecuente que mi
imaginación se de el lujo de volar y de soñar con un armonioso hoy y un mejor
mañana.
Cuando
en mi existe frío, producto de las lejanías, desavenencias y desencuentros con
mis semejantes, llamo a la hoguera de mi corazón para que me fortalezca, y le
pido que me de el calor que me permita asumir mis culpas para saber pedir
perdón.
Y cuando
recibo por cualquier motivo la disculpa ajena, trato de ser de fácil perdón y
olvido. Bastante penitencia paga quien asume su culpa como para se cometa el
exceso de hacerle el momento más difícil.
Procuro
vivir en paz conmigo mismo, pues se bien que no se puede ofrecer tranquilidad
cuando uno mismo no la tiene para si.
Se que
para volar solamente se requiere dar fuerza a las alas de nuestra imaginación y
tomar rumbo hasta donde la nada existe.
Sueño
con una vejez acompañada en donde la acompañada, mano de ella sea mi guía y
donde la mía sea su sostén.
Quiero
repetirme en cada acto de quienes buscan una forma digna de vivir y que sus
afanes impregnen mi alma para seguir adelante y vivir cada día como manda Dios.
Quiero
tener algún día el privilegio de llegar hasta lo más alto donde el espíritu
alto, tiene su fortaleza y nuestra fe su razón de ser.