The Conjunction of a Mirror
Friday, September 19, 2014
I owe the discovery of Uqbar to the conjunction of a mirror and an encyclopedia. The mirror troubled the depths of a corridor in a country house on Gaona Street in Ramos Mejia; the encyclopedia is fallaciously called The Anglo-American Cyclopaedia (New York, 1917) and is a literal but delinquent reprint of the Encyclopedia Britannica of 1902.
Tlön, Uqbar, Orbis Tertius - Jorge Luís Borges
Debo a la
conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar. El
espejo inquietaba el fondo de un corredor en una quinta de la calle Gaona, en
Ramos Mejía; la enciclopedia falazmente se llama The Anglo-American Cyclopaedía
(New York, 1917) y es una reimpresión literal, pero también morosa, de la
Encyclopaedia Britannica de 1902
My mother's mirror |
An introduction to this blog is this one. Below you will find a few of Jorge Luís Borges’ poems on mirrors. Some of them I found no translation into English. I will not translate those. There are many poems that feature the mirror. My favourite is one that he wrote in 1977 called El Espejo.
A un gato
Jorge Luís Borges
No son más silenciosos
los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo
la luna, esa pantera
que nos es
dado divisar de lejos.
Por obra
indescifrable de un decreto
divino, te
buscamos vanamente;
más remoto
que el Ganges y el poniente,
tuya es la
soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo
condesciende a la morosa
caricia de
mi mano. Has admitido,
desde esa
eternidad que ya es olvido,
el amor de
la mano recelosa.
En otro
tiempo estás. Eres el dueño
de un
ámbito cerrado como un sueño.
To a cat
Mirrors are not more silent
nor the creeping dawn more secretive;
in the moonlight, you are that panther
we catch sight of from afar.
By the inexplicable workings of a divine
law,
we look for you in vain;
More remote, even, than the Ganges or the setting sun,
yours is the solitude, yours the secret.
Your haunch allows the lingering
caress of my hand. You have accepted,
since that long forgotten past,
the love of the distrustful hand.
You belong to another time. You are lord
of a place bounded like a dream.
El Espejo
Jorge Luís Borges
Yo, de niño
temía que el espejo
Me mostrara
otra cara o una ciega
Máscara
impersonal que ocultaría
Algo sin
duda atroz. Temí asimismo
Que el
silencioso tiempo del espejo
Se desviara
del curso cotidiano
De las horas
del hombre hospedara
En su vago
confín imaginario
Seres y
formas y colores nuevos.
(A nadie se
lo dije; el niño es tímido.)
Yo temo
ahora que el espejo encierre
El
verdadero rostro de mi alma,
Lastimada
de sombras y de culpas,
El que Dios
ve y acaso ven los hombres.
The Mirrors
Jorge Luís Borges
I, who have felt the
horror of mirrors
Not only in front of
the impenetrable crystal
Where there ends and
begins, uninhabitable,
An impossible space of
reflections,
But of gazing even on
water that mimics
The other blue in its
depth of sky,
That at times gleams
back the illusory flight
Of the inverted bird,
or that ripples,
And in front of the
silent surface
Of subtle ebony whose
polish shows
Like a repeating dream
the white
Of something marble or
something rose,
Today at the tip of so
many and perplexing
Wandering ears under
the varying moon,
I ask myself what whim
of fate
Made me so fearful of
a glancing mirror.
Mirrors in metal, and
the masked
Mirror of mahogany
that in its mist
Of a red twilight
hazes
The face that is gazed
on as it gazes,
I see them as
infinite, elemental
Executors of an
ancient pact,
To multiply the world
like the act
Of begetting.
Sleepless. Bringing doom.
They prolong this
hollow, unstable world
In their dizzying
spider’s-web;
Sometimes in the
afternoon they are blurred
By the breath of a man
who is not dead.
The crystal spies on
us. If within the four
Walls of a bedroom a
mirror stares,
I am no longer alone.
There is someone there.
In the dawn
reflections mutely stage a show.
Everything happens and
nothing is recorded
In these rooms of the
looking glass,
Where, magicked into
rabbis, we
Now read the books
from right to left.
Claudius, king of an
afternoon, a dreaming king,
Did not feel it a
dream until that day
When an actor shewed
the world his crime
In a tableau, silently
in mime.
It is strange to
dream, and to have mirrors
Where the commonplace,
worn-out repertory
Of every day may
include the illusory
Profound globe that
reflections scheme.
God (I keep thinking)
has taken pains
To design that
ungraspable architecture
Reared by every dawn
from the gleam
Of a mirror, by
darkness from a dream.
God has created
nighttime, which he arms
With dreams, and
mirrors, to make clear
To man he is a
reflection and a mere
Vanity. Therefore
these alarms.
Los Espejos
1960
Yo que
sentí el horror de los espejos
no sólo
ante el cristal impenetrable
donde acaba
y empieza, inhabitable,
un
imposible espacio de reflejos
sino ante
el agua especular que imita
el otro
azul en su profundo cielo
que a veces
raya el ilusorio vuelo
del ave
inversa o que un temblor agita
Y ante la
superficie silenciosa
del ébano
sutil cuya tersura
repite como
un sueño la blancura
de un vago
mármol o una vaga rosa,
Hoy, al
cabo de tantos y perplejos
años de
errar bajo la varia luna,
me pregunto
qué azar de la fortuna
hizo que yo
temiera los espejos.
Espejos de
metal, enmascarado
espejo de
caoba que en la bruma
de su rojo
crepúsculo disfuma
ese rostro
que mira y es mirado,
Infinitos
los veo, elementales
ejecutores
de un antiguo pacto,
multiplicar
el mundo como el acto
generativo,
insomnes y fatales.
Prolonga
este vano mundo incierto
en su
vertiginosa telaraña;
a veces en
la tarde los empaña
el hálito
de un hombre que no ha muerto.
Nos acecha
el cristal. Si entre las cuatro
paredes de
la alcoba hay un espejo,
ya no estoy
solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en
el alba un sigiloso teatro.
Todo
acontece y nada se recuerda
en esos
gabinetes cristalinos
donde, como
fantásticos rabinos,
leemos los
libros de derecha a izquierda.
Claudio,
rey de una tarde, rey soñado,
no sintió
que era un sueño hasta aquel día
en que un
actor mimó su felonía
con arte
silencioso, en un tablado.
Que haya
sueños es raro, que haya espejos,
que el
usual y gastado repertorio
de cada día
incluya el ilusorio
orbe
profundo que urden los reflejos.
Dios (he
dado en pensar) pone un empeño
en toda esa
inasible arquitectura
que edifica
la luz con la tersura
del cristal
y la sombra con el sueño.
Dios ha
creado las noches que se arman
de sueños y
las formas del espejo
para que el
hombre sienta que es reflejo
y vanidad.
Por eso no alarman.
Al Espejo
Jorge Luís Borges 1975
¿Por qué
persistes, incesante espejo?
¿Por qué
duplicas, misterioso hermano,
el
movimiento de mi mano?
¿Por qué en
la sombra el súbito reflejo?
Eres el
otro yo de que habla el griego
y acechas
desde siempre. En la tersura
del agua
incierta o del cristal que dura
me buscas y
es inútil estar ciego.
El hecho de
no verte y de saberte
te agrega
horror, cosa de magia que osas
multiplicar
la cifra de las cosas
que somos y
que abarcan nuestra suerte.
Cuando esté
muerto, copiarás a otro
y luego a
otro, a otro, a otro, a otro…