![]() |
Inga Mara Frank & Alex Waterhouse-Hayward - 23 August 2025 |
0.1 = 00.1 = 000.1
Mi abuela, María de los Dolores Reyes de Irureta Goyena me enseñó la expresión de origen españoal “un cero a la izquierda. Los números que aparecen arriba son todos iguales.
Por mi avanzada edad the casi 83 años esa expresión me afecta. Usando ese argentinismo “nadie me da bola” y el teléfono no suena. Para mis dos nietas no soy un abuelo. Soy un viejo. Para las mujeres algo más jóvenes que yo soy demasiado viejo para ser un viejo verde.
Este sábado pasado fui a una reunión de lindas mujeres que bailaban y se quitaban la ropa en Vancouver en los 80. Me quedé asombrado lo atentas que eran y que sí a mí me daban bola.
Una de las mejores de esas bailarinas, Inga, insistió en que nos tomaran una foto. Rara vez sonrío y casi lo hice por estar tan contento.
Es una lástima que la generación presente no sabrá quien fue el escritor y poeta uruguayo Mario Beneddeti. Al leer su poesía "Aquí no hay viejos, solo nos llegó la tarde" sonreí. El comentario que hubiera dicho mi abuela sería, “Más sabe el diablo por viejo que por diablo”.
Aquí no hay viejos
Solo, nos llegó la tarde:
Una tarde cargada de experiencia
Experiencia para dar consejos.
Aquí no hay viejos
Solo nos llego la tarde.
Viejo es el mar y se agiganta.
Viejo es el sol y nos calienta.
Vieja es la luna y nos alumbra.
Vieja e s la tierra y nos da vida.
Viejo es el amor y nos alienta.
Aquí no hay viejos
Solo nos llegó la tarde.
Somos seres llenos de saber.
Graduados en la escuela.
De la vida y en el tiempo.
Que nos dio el postgrado.
Subimos al árbol de la vida.
Cortamos de sus frutos lo mejor.
Son esos frutos nuestros hijos.
Que cuidamos con paciencia.
Nos revierte esa paciencia con amor.
Fueron niños son hombres serán viejos.
La mañana vendrá y llegará la tarde.
Y ellos también darán consejos.
Aquí no hay viejos
Solo nos llegó la tarde.
Joven: si en tu caminar encuentras.
Seres de andar pausado.
De miradas serenas y cariñosas.
De piel rugosa, de manos temblorosas.
No los ignores ayúdalos.
Protégelos ampáralos.
Bríndales tu mano amiga.
Tu cariño.
Toma en cuenta que un día.
También a ti, te llegará la tarde.