A veces
las buenas cosas llegan tarde. Hace un año ignoraba la existencia del escritor
uruguayo Mario Benedetti. Ahora que sé de él, estoy leyendo todo lo que puedo encontrar.
Siempre he sido gran admirador de Jorge Luís Borges y Julio Cortázar. El primero
era algo reprimido cuando escribía de la mujer. Cortázar nó. Pero Benedetti se
desborda en su entusiasmo por ellas.
Y lo
mejor es que Benedetti se exilió varios años en Buenos Aires y adoptó la idea
tan argentina del costumbrismo. Benedetti escribe de calles y de parques de la
ciudad con exquisitez.
El abanico de Mambrú
El abanico de Mambrú
Una
mujer desnuda y en lo oscuro - Mario Benedetti
Una
mujer desnuda y en lo oscuro
tiene
una claridad que nos alumbra
de modo
que si ocurre un desconsuelo
un
apagón o una noche sin luna
es
conveniente y hasta imprescindible
tener a
mano una mujer desnuda
una
mujer desnuda y en lo oscuro
genera
un resplandor que da confianza
entonces
dominguea el almanaque
vibran
en su rincón las telarañas
y los
ojos felices y felinos
miran y
de mirar nunca se cansan
una
mujer desnuda y en lo oscuro
es una
vocación para las manos
para los
labios es casi un destino
y para
el corazón un despilfarro
una
mujer desnuda es un enigma
y
siempre es una fiesta descifrarlo
una
mujer desnuda y en lo oscuro
genera
una luz propia y nos enciende
el cielo
raso se convierte en cielo
y es una
gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata
por una vez la muerte.