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Monday, September 17, 2018

Un auto en Palermo, Buenos Aires






El auto es algo que ocurrió  tarde en mi vida junto con las heladeras y el teléfono.

Allá en el 61 al egresar de una escuela católica de internos en Austin, Texas, un compañero de clase, Henry Harper se apiadó de mí ya que en la fiesta, yo siendo de Nueva Rosita, Coahuila donde vivía mi mamá estaba solo. No tenía ni amigas ni novias. 

Él me invito a una noche a acompañarle en su auto. Su novia estaba en el asiento de adelante y otra muchacha en el asiento de atrás. Fue mi primera experiencia en conocer ese deleite que nosotros los argentinos llamamos flanelear.




Desde ese día el auto es un objecto de magia y de memoria.

Varias veces (3) 



he elaborado unas bitácoras relacionadas a la idea del auto como tema erótico.
En Buenos Aires durante nuestra visita hace dos semanas con mi Rosemary pude tomar unas fotos de una hermosa brasilera no solo en su casa en Palermo pero en su estacionamiento y después cerca del zoológico.