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Saturday, September 15, 2018

El Tío Excéntrico


Jorge y Georgito O'Reilly

A veces en Canadá, este país frío de clima y de gente, me siento aislado (casi enajenado) de mi familia argentina. Ellos saben algo del calor de la amistad aunque sea de sangre.

Nuestra hijas nos sermonean. A veces es un poco demasiado. Con mis nietas les digo, de vez en cuando, “Deben tratarnos con un poco más de respeto porque somos viejos y somos sus abuelos.” Invariablemente me contestan, “Hay que merecer el respeto.” Con eso no puedo decirles más.

Hace unos días me llegó una comunicación del hijo de mi sobrino favorito, Georgito O’Reilly. Se llama Jorge O’Reilly. Tiene una espléndida familia de cinco hijas y un hijo.

Le había advertido de que como son muy católicos, el trabajo de Nora Patrich y mío, que abre el 20 de septiembre en la Galería Vermeer, podría ofender sus sensibilidades.

Lo que me contestó refuerza la razón por la cual me gusta visitar mi ciudad de Buenos Aires y convivir, aunque se una semana y pico, con mi familia argentina/irlandesa.

Alex querido, vos y papá han llegado a una edad que son absolutamente ininputables. De modo que no te preocupes. Has pasado a la categoría tío excéntrico y todo lo que hagas será disculpado. La mayoría de mis hijos -y decididamente mi mujer- pueden disculpar cosas que hechas por cualquiera de nosotros serían ofensivas.  Entienden que el mundo es grande y que no todos han tenido una educación en lo “bueno, bello y verdadero”.

Decime qué es lo que querés hacer (misa incluida) y yo lo armo. Obviamente estaremos encantados de recibirlos en casa cuantas veces quieran.


J. O'R